Llegar a otra ciudad


La desconfianza de una nena va a culpar a las nuevas calles y esquinas que luego serán sus caminos cotidianos que al mismo tiempo le darán la seguridad de saber por lo menos sobre algunos pasos que hace en esa ciudad. La nena va a culpar a veces al clima, a las nubes que vienen de una dirección que ella no puede nombrar. Va a intentar de enamorarse de la vista desde su ventana para ensayar una mirada que va con las temporadas. Va a encontrar su alegría y su melancolía en esa mirada y sabe – capaz no tan conscientemente – que no le hace bien pegarse a esa panorámica tan impasible.
En esos momentos de consternación sobre sus limitaciones, su espalda torcida en su silla sobre la mesa de lágrimas, escucha la voz de la madre que le dice que se vaya afuera, al aire libre a pesar de que los pájaros ya volaron hacia el sur del globo, a pesar de que los paseantes abandonados no van a encontrar con quien hablar un domingo pedregoso. La nena se cepilla el pelo, pero no mira en el espejo, se pelea con su panorámica porque hoy no quiere cambiarse ni un poco. La nena es de una tristeza rápida y absoluta, pero se interesa para las vidas de los demás y así puede parar de llorar porque se pierde en un ruido humano detrás del muro. Arquea las cejas, pestañea, y se pregunta si los muros tienen orejas, si alguien le escucha y guarda todos los secretos hasta que destruyen la casa. Le gusta la idea de que un día ya no existe el cuarto en el que  ella duerme y piensa y flota. Cuando cierre los ojos puede ver como viene un hombre para sacar todos los muebles del cuarto y no le importa a la nena que el hombre no se da cuenta de su acto de liberación. La panorámica seguirá en la nena, colecciona a las panorámicas como si fueran postales al fondo de un buzón. Van a amarillear las panorámicas, un amarillo que solamente se puede ver en los sueños, un color que no necesita a lo vivo pero que está ahí disponible.

Kommentare

  1. parece que las dos nos queremos liberar. Solo pasa al irse, por un momento, pero igual pasa. O depronto eso no es liberación, es parte del proceso. Leonie piensa, la nena no se quiere cambiar nada, mientras karenina quiere pintar sus ojos de negro y cambiar lo que es. solo tenemos diferentes tipos de destrucción- construcción. Procesos diferentes, objectivos diferentes, energias que nos jalan similares.

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